House y el equipo están intrigados con Scott, un hombre cuyo cerebro izquierdo y derecho operan independientemente, dejándolo con dos personalidades distintas y ningún control sobre sus acciones. Mientras los dos lados del cerebro de Scott luchan por el dominio, sus personalidades enfrentadas dificultan cada vez más al equipo descubrir lo que causa el problema. El equipo se ve forzado a usar algunos métodos inusuales para obligarlo a cooperar en las pruebas necesarias. Entretanto, cuando House rehusa aparecer en la clínica, Cuddy toma un enfoque poco convencional para obligar a House a compensar el tiempo con un paciente en particular.