Sam Ryan ayuda a la policía en la investigación de una colisión de múltiples vehículos que resulta en la muerte de 11 personas. Se le unen dos nuevos colegas: el Dr. Leo Dalton, un patólogo experimentado de Sheffield, y el Dr. Harry Cunningham. Mientras intentan determinar las causas del accidente, encuentran un brazo amputado que no pertenece a ninguna de las víctimas. También tienen que lidiar con la DCI Carol Deacon, cuyo papel en la investigación no les queda del todo claro. Sam y Leo tienen enfoques algo diferentes en su trabajo, especialmente en cómo tratan con la policía. Harry realiza su primera autopsia en un niño.

El misterio del brazo cercenado se resuelve en parte cuando la policía descubre un cuerpo flotando en el río con un brazo faltante. Los patólogos continúan su investigación con poca ayuda de la policía y en particular del DCI Deacon. Cuando ella revela a Tom que dos de los hombres en el accidente eran policías encubiertos, él se da cuenta de que Sam tenía razón y que está siendo manipulado. La policía se niega a decirles qué está ocurriendo y la intromisión de Sam tiene graves consecuencias. Harry sigue intentando encontrar un equilibrio entre la distancia y la compasión mientras uno de los sobrevivientes del choque busca su ayuda.

El equipo es llamado para identificar el cadáver de una mujer cuyo rostro fue removido quirúrgicamente después de la muerte. Janet Mander, una antropóloga del Ministerio del Interior, no puede vincularlo con asesinatos similares, pero después de que Nikki ha reconstruido el rostro, Holly, una estudiante de medicina en prácticas con Harry, reconoce a la mujer como Fran Price, una periodista de investigación. Pargeter, su agente, es evasivo y el Supt. Barker, el oficial de policía encargado de la investigación, no ayuda ya que está obsesionado con la idea de que Leonid Polyak, un criminal ruso a quien Fran ayudó a encarcelar, ha ordenado su asesinato desde su celda. Mientras Leo se acerca a Janet, Harry se preocupa cuando ve a Barker entrar al apartamento de Holly y luego la encuentran asesinada en su cama.

Todos se ven afectados por el asesinato de Holly Farr. Los patólogos descubren que fue torturada y golpeada, pero murió por tener la garganta cortada. La policía cree que su muerte está relacionada con la de Fran Price y las recientes filtraciones de pruebas forenses a la prensa podrían haber llevado al asesino hasta ella. El Supt. Barker decide poner a policías armados para proteger a cada uno de los tres patólogos, pero Harry Cunningham, quien vio a Barker entrar a la casa de Holly, sospecha de sus verdaderos motivos. Cuando un prominente ruso, Oleg Kolik, busca asilo en el Reino Unido diciendo que es el verdadero objetivo de los asesinos rusos, Harry piensa que Fran Price pudo haberlo estado apuntando en su nuevo libro. Cuando Leonid Polyak es asesinado mientras era transferido entre prisiones, él decide que es hora de poner su trabajo en riesgo en la búsqueda de justicia.