En su primera visita a un nuevo planeta, SG-1 descubre que está sujeto a una actividad volcánica totalmente destructiva y salva a diez nativos, los Tollan, una sociedad mucho más avanzada tecnológicamente. Su líder, Omoc, no está agradecido ni interesado en una raza tan primitiva como los terrícolas o cualquiera de los planetas "aún más primitivos" que están dispuestos a acogerlos. Solo un Tollan, Narim, muestra un interés activo en la vida en la Tierra, especialmente en la capitana Samantha Carter y el gato Schrodinger que ella le regala, explicando que su planeta fue destruido después de que los Tollan suministraran una fuente de energía ilimitada a un planeta vecino primitivo que la utilizó para crear un arma catastrófica. Mientras tanto, la Casa Blanca autoriza al coronel Maybourne del NID a hacerse cargo de los Tollan con fines militares, exactamente como temía Omoc.

El equipo SG-1 es solicitado por los Tollan para participar en un juicio relacionado con Skaara y si él o el parásito Goa'uld, Klorel, tienen el control de su cuerpo.

Con la muerte de Omoc, la posterior reconsideración repentina de Tollan sobre su embargo tecnológico lleva a SG-1 a sospechar de una conspiración gubernamental.