Era cuadrado, con patas cortas y rechonchas que no se enderezaban por completo, una cola corta y desaliñada y un paso desgarbado; aunque no parecía serlo, Seabiscuit fue uno de los caballos de carrera purasangre más destacados de la historia. En la década de 1930, cuando los estadounidenses anhelaban escapar de las duras realidades de la vida durante la Depresión, cuatro hombres convirtieron a Seabiscuit en un héroe nacional. Ellos eran su fabulosamente adinerado dueño, Charles Howard, su famoso entrenador silencioso y obstinado, Tom Smith, y los dos jinetes duros y talentosos que lo llevaron a la gloria. Al seguir los caminos que unieron a estos cuatro hombres y al contar la historia de la improbable carrera de Seabiscuit, esta película ilumina las precarias condiciones económicas que definieron a Estados Unidos en la década de 1930 y explora el fascinante mundo detrás de escena de las carreras de purasangre. Scott Glenn narra.