Dugan Scott, un aficionado de que presenciaba un partido de baloncesto profesional, es elegido por Paula Tolomeo, animadora de uno de los equipos, para ganar un millón de dólares si hace una canasta desde la mitad de la cancha. Tras encestar el balón, Scott se desploma en el suelo. Danny y Flack, que se encuentran en el recinto viendo el encuentro, observan que el cuerpo de Dugan parece haber reaccionado a una sustancia venenosa, que resulta ser atropina. El resultado de la autopsia revela que el envenenamiento pudo haberse producido a través de las marcas de pintalabios encontradas en su cara y cuello. Cuando visionan los videos del partido, los forenses descubren que 12 animadoras besaron a Scott y que Paula Tolomeo fue quien le besó en la boca, pudiendo así envenenarlo. Entretanto, Mac y Stella examinan una nueva víctima del “asesino del taxi”. Diversos reporteros, entre los que se encuentra Reed Garrett -hijo “adoptivo” de Taylor- intentan recabar del jefe del C.S.I. nuevos datos sobre el peligroso asesino en serie. Mac no facilita gran información a Garrett y poco después, recibe una llamada en la que un desconocido le pide encontrarse con él. La lona que cubre el cadáver del fallecido lleva a los investigadores hasta el colegio King County, donde descubren varios materiales utilizados por el criminal. Las marcas de pintalabios de Paula coinciden con el veneno, por lo que los forenses deciden acudir a su apartamento en busca de nuevas evidencias. En el lugar, descubren varias hierbas relacionadas con la muerte de Scott y que la joven estaba obsesionada con ponerse a dieta.