Es la noche del baile de bienvenida y Damon, Elena, Stefan, Mikael y Rebekah ponen en marcha el plan que traerá de vuelta a Klaus a Mystic Falls: Stefan le llama para decirle que Mikael está muerto, lo cual es confirmado por Rebekah. Después de tener una conversación sobre Jeremy con Bonnie, Elena se da cuenta que el cariño de Rebekah por Klaus podría arruinar el plan. Caroline está preocupada por la actitud de Tyler. Rebekah le confiesa a Elena que este será su primer baile y ella le devuelve el collar que era de su madre para terminar clavándole una daga por la espalda, dejándola con emociones encontradas. La fiesta se traslada a casa de Tyler por una inundación en el gimnasio de la escuela. Pronto, todos advierten que hay algo raro y es que Klaus ha regresado y está acompañado de unos cuantos híbridos. Tyler, en su afán de proteger a Caroline le inyecta verbena y le pide a Matt que se la lleve lejos. Mikael bebe la sangre de Stefan para dejarlo fuera del plan y enseguida se va con Damon para terminarlo: le da la estaca de roble blanco que puede matar a Klaus, mientras Mikael distrae a Klaus amenazando con matar a Elena a quien hiere por la espalda ante la indiferencia de Klaus, Damon aprovecha esto para atacar, pero Stefan interviene, mientras que Elena se recupera como si nada ya que en realidad se trataba de Katherine, lo que distrae a Mikael y es aprovechado por Klaus para tomar la estaca y clavarsela a su padrastro. Klaus libera de la compulsión a Stefan y Damon junto con Elena se lamentan el fracaso del plan. Caroline le dice a Tyler que no puede seguir con él mientras le sea leal a Klaus. Stefan roba los ataúdes de la familia de Klaus, lo que lo hace enfurecer.