Goliath es un drama judicial que se centra en la vida de Billy McBride, un importante abogado y cofundador de Cooperman & McBride, una prestigiosa firma de abogados. Su vida era perfecta hasta que fue despedido de su propio bufete por sus propios compañeros. Desde ese día, Billy se ha convertido en un abogado mediocre que pasa más tiempo bebiendo en el bar que en la sala de juicios. Aún a pesar de todo, quiere luchar contra el sistema legal estadounidense y conseguir que la justicia deje de favorecer a los ricos y poderosos. Esa oportunidad se le presenta cuando una joven abogada le ofrece un caso que no puede dejar escapar: un pleito contra Cooperman & McBride. Así comienza esta batalla legal que recuerda al del pequeño David contra el gigante Goliath.

Esta producción comienza cuando Jimmy Shive-Overly, un egocéntrico y desconsiderado escritor inglés en horas bajas, sale de la boda de su ex-novia después de haber tomado fotos de su pene con todas las cámaras desechables que había por las mesas del convite. Al mismo tiempo, Gretchen Cutler, una cínica y autodestructiva relaciones públicas, también se ha escapado de la boda tras haber robado una cara licuadora del montón de regalos de boda que había en un rincón del banquete. Se encuentran y, a pesar de tener en común muy pocas cosas, rápidamente hacen buenas migas. Al final, acaban formando una de las extrañas parejas más interesantes de la televisión.

La doctora Temperance Brennan (Emily Deschanel), antropóloga forense del Instituto Jeffersonian y escritora de novelas, y el agente especial del F.B.I. Seeley Booth (David Boreanaz), se unen para tratar de resolver los asesinatos en los que apenas quedan los restos óseos de los cadáveres.