Stephen Meyers es el director de campaña junior del gobernador (Estados Unidos) Mike Morris, quien está compitiendo contra el senador de Estados Unidos Ted Pullman en las primarias presidenciales del Partido Demócrata (Estados Unidos) de Estados Unidos. Ambas campañas están buscando el respaldo del senador Franklin Thompson, quien controla 356 delegados del Partido Demócrata; estos asegurarían la nominación para cualquiera de los candidatos. Meyers es contactado por el director de campaña de Pullman, Tom Duffy, para reunirse en secreto. Meyers llama a su jefe, el director de campaña de Morris, Paul Zara, quien no responde. Meyers decide reunirse con Duffy, quien le ofrece un puesto en la campaña de Pullman; Meyers lo rechaza. Cuando Zara vuelve a llamar, Meyers no le cuenta sobre la reunión.

Después de matar a Pretty Boy Floyd, el agente del Buró Federal de Investigación, Melvin Purvis, es ascendido por J. Edgar Hoover para liderar la búsqueda del ladrón de bancos John Dillinger. Purvis comparte la creencia de Hoover en el uso de métodos científicos para combatir el crimen, que van desde catalogar huellas dactilares hasta intervenir líneas telefónicas.