Un accidente de tren hace por culpa de un coche estacionado en medio de la vía, hace que bomberos y paramédicos, junto con Carter, Kovac y Corday, se desplacen al lugar. Una vez allí, Corday, embarazada, resabala y cae, por lo que empieza a sufrir contracciones.

El caos se adueña de la sala de urgencias cuando otro hospital se ve obligado a cerrar. El General County Hospital está saturado de pacientes. Corday protagoniza un emotivo regreso por primera vez desde que murió su marido y se encuentra con una estresada Weaver. Un agresivo Pratt enfurece a sus colegas cuando se salta sus órdenes al resucitar a una víctima de ataque de corazón cuando ya había sido declarada muerta. El paciente vive, pero sufre graves daños cerebrales. Mientras tanto, Carter y Abby apenas pueden ocultar la creciente atracción romántica que sienten entre sí. Gallant aprende cosas sorprendentes durante un turno en la unidad psiquiátrica. Y Romano se enfrenta a un sobrecogedor desafío.

Corday tiene un enfrentamiento con el nuevo cirujano residente Paul Nathan con motivo de su intervención en el tratamiento de una mujer enferma, Alison, quien ha firmado un documento ordenando su “no resucitación”. Por otra parte, Abby piensa en el mal comportamiento de su hermano Eric, durante su visita. También mantiene una pugna con una enfermera por la denuncia de ésta contra su antiguo amante Kovac. Mientras tanto, Pratt reconforta a Chen tras la amenaza de una paciente y Corday sospecha que una inconsciente muchacha adolescente de 14 años, ha sido asaltada sexualmente.

Abby se altera al conocer que su hermano ha desaparecido mientras pilotaba un avión y el desesperado Dr. Romano recibe malas noticias. La sala de urgencias se llena de numerosas adolescentes atropelladas por una compañera que sufre una extraña enfermedad, lo que ha podido causar la tragedia, mientras que la relación entre Chen y Pratt cambia radicalmente. Por otra parte, una mujer quiere tomar medidas extremas para mantener a su anciana madre con vida y Weaver obtiene una promoción por parte del agradecido concejal John Bright, mientras que Lewis considera su cita con un apuesto caballero.

Sam atiende a Layla, una adolescente a la que acaban de maltratar y dejar embarazada, así como a Kathy, una mujer que podría perder a toda su familia en un accidente de tráfico. Carter se toma el día libre para enseñarle a Kem los encantos de Chicago en invierno. Mientras tanto, un experto en evaluación de riesgos, Arnie Nadler, es contratado para que observe la sala de urgencias. Queda sorprendido por el caos reinante, y por la reacción violenta de Sam con el detestable novio de Layla. Abby y Pratt retienen a un hombre indocumentado, Miguel, que quiere abandonar el hospital a pesar de haber dado positivo en el test de tuberculosis. Y Alex, el hijo de Sam, interroga a su madre sobre su interés por Kovac.

En un esfuerzo por satisfacer mejor a los pacientes, Lewis ordena a Kovac que enseñe a los residentes a implicarse más con sus pacientes. Kovac opina que, siendo un hospital universitario, es preciso entretenerse con casos perdidos para aprender procedimientos. Durante un tiroteo dos jóvenes de color son heridos, muriendo uno de ellos. Neela, que ignora que la identidad de los jóvenes está cambiada, al informar de la muerte de uno de ellos, provoca un estado de histeria en la abuela. Una joven ingresa por numerosas heridas producidas por su hermano que sufre trastornos por los que está medicado. Wen descubre que las laceraciones son más habitual de lo normal, poniendolo en conocimiento de los serivicio sociales. Abby se reinconpora al trabajo, pero la visión de los heridos de bala la hacen abandonar, solo Jake con el que se encuentra casualmente en el metro la aliviará, decidiendo volver a su trabajo.