Mac sale del río confuso y desorientado. Lo último que recuerda es que “Joe”, el atracador del banco, le secuestró. El jefe del C.S.I. corre hasta una carretera cercana, donde pide a una mujer que le deje utilizar su teléfono móvil para solicitar ayuda. Aliviados tras descubrir que Taylor está vivo, los forenses centran sus esfuerzos en la investigación del caso. Mientras procesan el escenario donde apareció Taylor, dos buzos descubren el cuerpo de Derrick James, el segundo atracador que supuestamente obligó a “Joe” a tomar rehenes en el banco. Cuando Stella examina las fotos del vehículo utilizado para transportar a Mac y al sospechoso, descubre un agujero de bala en uno de los cristales y una horquilla infantil, objeto perteneciente a la hija de “Joe”. En el laboratorio Lindsay observa que Mac recibió un disparo, aunque su cuerpo no presenta ningún orificio de entrada. La bala no logró penetrar en el cuerpo de Taylor gracias a la combinación de varios factores: el tipo de fabricación de su camisa, así como el impacto y la antigüedad de la munición. Mientras Mac logra recordar pequeños extractos de su conversación con “Joe” en el coche, Adam Ross investiga el automóvil utilizado en la huída y descubre que pertenece a la hermana de Flack. Tras ser informado del hecho por Adam, el detective interroga a su hermana Samantha, quien le asegura que le prestó el coche a su amiga Lauren Santana.