El equipo investiga dos muertes, la primera un suicidio en el que alguien se lanzó al vacío y la segunda en la que un esquizofrénico paranoico vestido como un vicario sale en un frenesí apuñalando a inocentes transeúntes. Sus sospechas se despiertan cuando descubren que ambos hombres estaban recibiendo tratamiento en la misma clínica, January House. Leo ayuda a la policía en su investigación sobre un empleado de una sociedad de construcción que es llevado a la fuerza de su casa y posteriormente encontrado muerto en su propio coche. A Harry se le pide que realice una autopsia y proporcione una segunda opinión sobre la muerte de una joven. La muerte fue dictaminada como un suicidio, pero la madre se niega a aceptar el veredicto.