Becker se reúne con Ben Flicker, un magnate de los estudios de cine, cuando se ocupa de un divorcio familiar que involucra a su hija. Markowitz se estremece de miedo cuando le piden que identifique a sus agresores de ese día. Mientras tanto, Brackman comienza a escribir sus memorias sobre estar en la cárcel, pero tiene algunos problemas para concentrarse. Roxanne se acerca a Mullaney sobre su sueño de tener un bebé con él después de dejar de ser gerente de la oficina. Gwen recibe un regalo anónimo y asume que es de Morales. Rollins trata de encontrar un hogar para el perro callejero de Markowitz que encontró. Además, McKenzie se involucra en otro caso judicial poco común al representar a una mujer sorda que está siendo demandada por la Coalición Estatal de Sordos de California por sus prácticas de contratación.

Rollins representa a un hombre que lucha por mantener con vida a su novia embarazada, quien quedó en coma después de un accidente automovilístico, para que su hijo no nacido pueda completar su desarrollo. Mientras tanto, Morales se encuentra involuntariamente en posesión de una pieza de evidencia en un caso de asesinato. El acosador de Gwen continúa acechando en los pasillos y escaleras de la firma y aprovecha los problemas legales de Morales para secuestrar a su hija recién nacida, Lucy. El padre frágil, alcohólico y distanciado de Mullaney hace una visita inesperada y no deseada a él y a Roxanne para revelar noticias impactantes sobre sí mismo. Además, el caso de agresión de Markowitz se resuelve después de que él tiene un ataque de conciencia y deja que sus dos agresores salgan con poca pena, pero Kelsey no está satisfecha.