De PBS y AMERICAN EXPERIENCE: A principios del siglo XX, el gabinete de medicina promedio en Estados Unidos era un cofre del tesoro para los envenenadores, con radium radiactivo, talio y morfina en productos cotidianos. El ritmo de la innovación industrial aumentaba, pero el conocimiento científico para detectar y prevenir crímenes cometidos con estos materiales se rezagaba hasta 1918. El primer médico forense científicamente entrenado de la ciudad de Nueva York, Charles Norris, y su toxicólogo jefe, Alexander Gettler, convirtieron la química forense en una ciencia formidable y establecieron los estándares para el resto del país.