Las hermanas aprovechan la circunstancia de su supuesta muerte para comenzar una nueva vida al margen de la magia, con nuevas identidades obtenidas gracias a un hechizo que deja ver su apariencia real sólo a sus seres más allegados. Phoebe, ilusionada con su nueva vida, se sorprende al ver en su funeral al reconocido artista Dex Lawson y aún se sorprende más cuando tiene una premonición en la que se ve casada con él. Por su parte, Piper está un poco paranoica pensando en que los demonios descubrirán que aún estan vivas y Paige sucumbe a la llamada de la magia al atender la llamada de una nueva pupila, la joven bruja Billie.

Haas, un demonio que quiere tomar el control del Inframundo, utiliza el cuento de Alicia en el País de las Maravillas para cazar a sus víctimas. Cuando Billie se da cuenta de su plan e intenta detenerlo, ella misma acaba cayendo en sus redes y las Halliwell acuden a rescatarla. Mientras tanto, Phoebe, decide empezar a conocer mejor a Dex y descubre que era un fan de la columna que escribía en el periódico, por lo que se las ingenia para conseguir de nuevo el puesto reemplazándose a sí misma. Por su parte, Paige se apunta en la Academia de Policía para poder ayudar a gente inocente, y Piper descubre que comenzar a vivir una vida normal no es tan fácil como ella pensaba.

Piper asiste a una entrevista de trabajo y es arrestada cuando una inspección de antecedentes revela que la apariencia física que adoptó es la de una mujer buscada por asesinato. Las hermanas deciden esclarecer el crimen del que se la acusa y quedan impresionadas cuando Billie idea el plan perfecto. Mientras tanto, Phoebe tiene una premonición en la que ve que va a producirse un terremoto la noche de inauguración de la galería de arte de Dex. Leo acoge en su casa a un grupo de teatro infantil y una de las madres lo confunde con un padre soltero. Por su parte, Paige se enfada con Billie por el poco respeto que muestra hacia el arte de la brujería.