En el episodio nº 100 de la serie Mac conoce a Gillian Whitford, la nueva inspectora jefe del departamento, por la que siente desde el principio una fuerte atracción. Danny, por su parte, acude al escenario en el que yace el cuerpo de Mac Abee Taylor en busca de pruebas, mientras que Stella y Sid examinan el cadáver de la segunda víctima, MacArthur Taylor, en la sala de autopsias del laboratorio. Los investigadores descubren que MacArthur falleció tras recibir un disparo en el pecho, mientras que MacAbee fue golpeado con una pistola y posteriormente arrojado a la verja de un edificio. El jefe del C.S.I. alerta a su equipo de forenses de que se enfrentan a un peligroso asesino en serie y que tanto él como otros 23 Mac Taylor que viven a un radio de 100 millas pueden convertirse en sus próximos objetivos. Poco después, Stella informa a Mac que Mackendra Taylor ha logrado sobrevivir tras ser atacada por un desconocido. Durante su testimonio, la mujer explica a Bonasera que un extraño le pidió las llaves de su coche y como ella se negó a entregárselas, él la agredió brutalmente. Entretanto, Adam examina una evidencia recogida en uno de los escenarios, donde halla restos sanguíneos femeninos y una huella parcial del asesino. Danny y Flack se reúnen con Terrence Davis, un confidente, para que les ayude a localizar al sospechoso. Gracias a la información que les proporciona, los investigadores logran contactar con Perry Samuels, el hombre que vendió su arma al asesino.

Un hombre es sorprendido por la policía cuando intenta deshacerse del cadáver de una mujer. El sospechoso emprende la huída y fallece poco después empalado. Tras examinar las pertenencias del joven, el C.S.I. descubre en su teléfono móvil un mensaje de texto en el que alguien le pregunta si ha completado el trabajo. En la sala de autopsias, el patólogo forense descubre que la primera víctima murió tras ingerir hidróxido de sodio, prueba que lleva al C.S.I. a investigar unas extrañas fiestas en las que los asistentes degustan una baya africana, denominada la “fruta milagrosa”, que altera el sentido del gusto haciendo que los alimentos amargos sepan dulces. Mientras tanto, Ella McBride, la hija de una víctima de asesinato, entrega a Mac una evidencia que podría ayudarle a descubrir al autor del crimen de su padre: una tarjeta con la inscripción "Quiero que muera".