El taller de Sira (Adriana Ugarte) se pone en marcha, y las mujeres más importantes de Tetuán acuden a ella. La británica Rosalinda Fox (Hannah New), una de las mujeres más influyentes de la ciudad por mantener una relación sentimental con el Teniente Coronel Beigbeder (Tristán Ulloa), Alto Comisario de España en Marruecos de Franco, recurre a su ayuda para confeccionar un vestido para una importante fiesta. No tardan en hacerse grandes amigas, y Sira ve en ella una importante aliada en su esfuerzo por traer a su madre.

Sira se propone traer a su madre, Dolores, de Madrid. Para ello, Rosalinda será su mayor baza. Marcus Logan, un caballero inglés que envuelve un gran misterio se ofrecerá ayudar a Sira, a cambio de que Rosalinda le adentre en la vida social de Tetuán. Lo que no se esperaban era sentir una fuerte atracción el uno por el otro. Sin embargo, el inspector Vázquez sospecha de Marcus, y así se lo hace saber a Sira, a quien no duda en advertir sobre sus sospechas.

Sira sigue con la idea de sacar a su madre de un Madrid devastado por la guerra. Gracias a la ayuda de Marcus Logan su objetivo podrá cumplirse. Además, Sira está muy preocupada por Rosalinda: su amiga lleva días enferma, desde la fiesta de Serrano Suñer. Cuando Sira acude a visitarla a su casa del Paseo de las Palmeras, se encuentra a una Rosalinda débil.

La Guerra ha acabado y, con ella, vienen importantes cambios en el Gobierno español, entre ellos, el nombramiento de Beigbeder como nuevo ministro de Asuntos Exteriores, por lo que tiene que regresar a Madrid. Junto a él, tiene que irse también Rosalinda. Tras meses sin verse, finalmente Sira y Rosalinda logran encontrarse. No se trata de una visita social, sino de todo lo contrario. Rosalinda encomienda a Sira una misión: debe volver a Madrid con una nueva identidad.

Sira acude a la fiesta de fin de año en el Casino de Madrid acompañando a una clienta, en la que se encontrará con Gonzalo, su padre, quien intentará retomar su relación con ella. Sira acude a la fiesta de fin de año en el Casino de Madrid acompañando a una clienta, en la que se encontrará con Gonzalo, su padre, quien intentará retomar su relación con ella. Sin embargo, una nueva misión reclama toda su atención. Hillgarth convoca a Sira a una reunión clandestina en la que le cuenta que desde el cese de Beigbeder como Ministro, la presión alemana sobre España se ha recrudecido. Hillgarth le habla de un empresario portugués que es sospechoso de estar haciendo un doble juego con ingleses y alemanes, Manuel Da Silva. Ante su inminente visita a Madrid para asistir a una exclusiva cena, Sira deberá conseguir que la inviten a través de una de sus clientas, Frau Sterling, entablar conversación con él y tratar de sacarle información. Como parte de la misión que le han encomendado, Sira tendrá que desplazarse a Portugal. Pero sin darse cuenta, en el tren viajará otra persona de su pasado como Sira que podría poner en peligro su tapadera.

A pesar del impacto de haberse encontrado con Marcus Logan en Portugal, y a riesgo de quedar mal ante él, Sira debe seguir manteniéndose centrada en la misión. Para su sorpresa, Marcus y Manuel Da Silva parece que se conocen, y todo parece indicar que podrían estar haciendo negocios juntos. Sira intenta acercarse a Beatriz Oliveira, la secretaria española de Da Silva, para investigar más sobre sus negocios. A pesar del peligro que representa para ella, Sira hará lo posible para conseguir su apoyo. Esta nueva alianza será de gran ayuda para Sira, pero también hará que corra un grave peligro, ya que está llegando al límite para conseguir lo que necesita. A pesar de que consigue esquivar los obstáculos que se le están poniendo en el camino, una inquietante noticia hará que su mundo se tambalee.

El plan que traza Sira para salvar a Marcus tiene una parada: la casa de su gran amiga Rosalinda Fox. Sira acude a ella desobedeciendo las órdenes de Hillgarth ya que se trata de un asunto de vida o muerte. Entre ambas trazan un plan para avisar a Marcus del peligro que corre, pero este está más preocupado por la seguridad de Sira que por la suya propia, ya que le atormenta la idea de que se esté relacionando con alguien como Manuel Da Silva. Por su parte, Da Silva organiza una cena con importantes personalidades nazis. Haciendo alarde de sus dotes para entretener sin problemas a las mujeres de los alemanes mientras los hombres hacen negocios, Sira se asegura una invitación. Es la gran oportunidad que estaba esperando para conseguir la información que necesita. Sin embargo, esta información es más poderosa de lo que la joven había podido prever. El contenido de esa información podría alterar la balanza de la guerra.

Sira debe abandonar inmediatamente Portugal ante la sospecha de que Manuel Da Silva empieza a desconfiar de ella. Este intentará por todos los medios capturarla y Sira se verá inmersa en una intensa persecución.