Debra, tras descubrir a Dexter asesinando a Travis Marshall, decide ayudarle a encubrir dicho crimen creyendo que se trata de uno en defensa propia. Pero, poco a poco, empiezan a aflorar en ella recuerdos que le hacen dudar sobre su hermano. Por otra parte, LaGuerta encuentra una prueba que le lleva a reabrir la investigación sobre el Carnicero de la bahía y un mafioso ucraniano asesina al detective Mike Anderson. Cuando Dexter descubre quién ha sido, decide ir tras él.

Un reo decide, años después, aclarar donde enterró a sus víctimas. Dexter es uno de los que forman parte de la patrulla y conversa unos minutos con él acerca de la vida de un asesino una vez es descubierto. Debra intenta que su hermano deje de cometer asesinatos y decidirá ser su sombra, con el consentimiento de él.

Dexter intenta llevarse con él a Debra con su nuevo objetivo. Mientras la mafia rusa busca venganza por el asesinato de uno de lo suyos, Quinn sigue acercándose a la bailarina del club de striptease. LaGuerta está convencida de que el carnicero de Bay Harbor aún está fuera, por ello, intenta reclutar de nuevo a Batista para que ayude a Debra en el caso.

Tras capturar a un asesino, las cosas parecen torcerse para Debra. En un esfuerzo por ayudar a su hermana, Dexter entra en un juego que puede poner en peligro su vida.

Al tratar de descubrir quien es el homicida y la víctima de la persona que fue asesinado en su barco, Dexter debe maniobrar con cuidado ante un vengativo Isaak. Nuevas pistas salen a la luz en el caso Randall Wayne a través de Hannah McKay, seductora ex cómplice de Randall. Dexter descubre que tiene un secreto.

Debra se hace amiga de Sal Price, un escritor local especializado en crímenes que afirma tener informaciones incriminatorias sobre Hannah McKay. Quinn recibe una extraña oferta y está acostumbrado a aceptarla. Mientras Batista contempla una nueva oportunidad de trabajo atractiva con la compra de un restaurante y LaGuerta espera sacar a relucir nuevas pruebas en el caso del carnicero de la bahía.

Quinn quiere proteger a Nadia pero para lograrlo recae en antiguas malas costumbres. La atmósfera se recalienta entre Dexter y Hannah, pero cuando Sal Price descubre que están juntos, quiere la historia en exclusiva.

Fuera de prisión, Isaak (mafioso ucraniano con sed de venganza y pinta de villano de cómic demente) vuelve a perseguir a Dexter, mientras que Quinn continúa su lucha contra Koshkas. Dexter intenta esconder su relación con Hannah a Debra, pero una visita sorpresa de sus hijos, Astor, Cody y Harrison, perturba sus planes. Deb ha perdido a otro potencial novio a manos de la Parca. Y ella sabe que Hannah McKay (Strahovsky Yvonne) es responsable de su asesinato. Desde que el asesino en serie se enamoró de Hannah (le comprendemos), Dexter tiene que tener cuidado con Debra porque sabe que si las junta solo una saldrá viva de la pelea de gatas que se organizará. No sabemos quién va a ganar, pero la tensión ya es palpable.

Dexter está preocupado ya que Isaak aún está libre, aunque una lucha interna dentro de la Hermandad Koshka podría favorecerlo mucho. Y mientras la policía de Miami está detrás del incendiario fantasma, Dexter hace todo lo posible por proteger su relación con Hannah y le pide un favor a Debra que la lleva a cuestionar su lealtad hacia Dexter.

La investigación de Laguerta progresa gracias a su nuevo aliado, el capitán Matthews (Geoff Pierson). En su cabeza, las piezas comienzan a reunirse y le faltan muy poco para desenmascarar a Dexter. Veremos más sobre el pasado de Hannah con ocasión de la llegada de su padre Clint McKay (Jim Beaver). Quinn (Desmond Harrington) va a defender el honor de Nadia (Katia Winter) y va a meterse en una situación muy inestable.

Debra aprecia mucho a su hermano, incluso un poco demasiado si se considera que estaba enamorada de su hermano adoptivo. Bien evidentemente, ella intenta como puede superar esta decepción sentimental, pero el hecho de ver a Dexter emparejado con Hannah mientras que sabe que ella es una asesina en serie… es superior a sus fuerzas. Por eso cuando Hannah aparece en su casa para hacerle una proposición de paz, su respuesta no es positiva. Quiere a Dexter de todo corazón y está segura de que esa mujer no le conviene. Debra es víctima de un accidente de coche y acaba en el hospital. En su vehículo es encontrada una botella cuya agua podría haber sido envenenada, lo que lanza a Dexter sobre la pista de Hannah (Yvonne Strahovski). ¿Pero está tan enfadada la rubia como para intentar matar a la hermana de su amorcito? A menos que no se trate sencillamente de unas medicinas mal tomadas. Dexter también debe enfrentarse a las acusaciones de María LaGuerta (Lauren Velez) y Matthews (Geoff Pierson), este va exponerle los hechos de frente, para sorpresa de Dexter. Para completarlo todo, debe ocuparse de Hector Estrada, el hombre que habia matado a su madre ante sus ojos cuando Dexter era un niño.

Dexter se decidió a dejar a Hannh fuera de juego. Laguerta va a por el protagonista en el mismo seno de la Miami Metro. Su padre se inquietaría si deja de seguir su código, pero tal vez sea el único medio para no acabar en la silla eléctrica… hablamos de eliminar a Laguerta de verdad. A menos que Debra, totalmente sumergida en la defensa de su hermano, se encargue de ella. Para coronarlo todo, Doakes regresa…