Harry investiga la muerte de una mujer que se ahogó en una piscina del patio trasero. Aparentemente, fue golpeada en el costado de la cabeza y su esposo afirma que le falta su collar caro. Leo y Nikki investigan la muerte de Lucie Philips, una víctima de secuestro que fue llevada una semana antes. El padre de la niña intentó pagar el rescate, pero el dinero nunca se recogió, lo que lleva a la policía a creer que los secuestradores podrían tener otros motivos. También investigan el asesinato de un repartidor de pizzas que tiene similitudes con la escena del crimen de Philips. Un tercer asesinato lleva a la policía a sospechar que podrían estar presenciando el trabajo de un asesino en serie. La abuela de Nikki muere, lo que la pone en contacto con su padre distanciado.

Leo y Nikki encuentran otra víctima que aparentemente fue atada y enterrada viva. Sin embargo, continúan teniendo dificultades para encontrar un vínculo común entre todas las víctimas. La investigación se centra en el editor de una revista filosófica que tuvo un desacuerdo intelectual con una de las víctimas, pero el caso es más complejo de lo que se imaginaban al principio. Harry descubre que su víctima que murió ahogada estaba embarazada, lo que pudo haber contribuido indirectamente a su muerte. El padre de Nikki es liberado de prisión y desaparece rápidamente.

Nikki Alexander se encuentra trabajando en un caso de su pasado. Cuatro años antes, ella había sido fundamental para lograr que Anna Holland, de 17 años, fuera absuelta de un cargo de asesinato. Se le acusaba de incitar a su novio al asesinato de una joven madre que habían elegido al azar. Ahora, mientras está bajo protección policial, su cuerpo ha sido encontrado en un coche quemado. La autopsia revela que había sido apuñalada pero que murió por envenenamiento por monóxido de carbono y luego fue quemada viva. Nikki también recibe una visita sorpresa de su padre separado, quien quiere que ella realice una segunda autopsia a un amigo que murió recientemente.

Nikki Alexander comienza a tener serias dudas sobre sus conclusiones cuatro años antes, cuando su testimonio ayudó a absolver a Anna Holland, de 17 años, de un asesinato. La madre de Anna había ocultado información a la policía y mientras Nikki reconstruye la escena del crimen, se da cuenta de que la evidencia de salpicaduras de sangre ya no se sostiene. La policía se centra en el esposo de la mujer fallecida, pero los patólogos descubren que una serie de asesinatos sin resolver podrían tener relación con el caso. Nikki también está molesta con su padre, quien ha engañado a Harry Cunningham para que realice una segunda autopsia a su difunta esposa.