Murdoch se encuentra en Gran Bretaña como un amnésico, con asesinos profesionales tratando de descubrir lo que sabe sobre un próximo asesinato, pero él no puede recordar.

El detective Murdoch investiga el asesinato de Richard Dawkins, quien fue golpeado hasta la muerte en la mesa durante la cena por dos hombres enmascarados justo cuando se disponía a hacer un anuncio importante a sus socios comerciales. Dado que no se robó nada, el nuevo jefe de Murdoch, el inspector Hamish Slorach, califica el asesinato como un asesinato político. Se rumoreaba que Dawkins estaba vendiendo su negocio de velas. El capitán del puerto dice que Dawkins estaba lejos de ser un santo y que la policía debería buscar en los bajos fondos una solución a su muerte. El agente Jackson es golpeado brutalmente por dos matones, lo que parece confirmar la sospecha de Murdoch de que los hombres que golpearon al inspector Brackenreid son los mismos que mataron a Dawkins. Cuando encuentran a una mujer muerta en la orilla, la Dra. Grace determina que fue golpeada hasta la muerte la noche anterior al ataque a Dawkins y fue esposada antes de morir. Mientras tanto, las sufragistas reclutan a Julia para su movimiento y es acompañada por Emily Grace. Al recibir poco apoyo político, deciden organizar una marcha de protesta. Pronto todas ellas están en la cárcel.

La policía continúa buscando a Mick y Tim O'Shea, pero el inspector Brackenreid también está buscándolos por su cuenta. Murdoch encuentra a alguien que confirma que los O'Shea mataron a Richard Dawkins, pero el hombre también sugiere que los O'Shea no están trabajando solos. La Sra. Cecily McKinnon, la encargada del puerto, dice que no sabe nada de extorsión en los muelles, pero cuando se le presiona, señala a uno de los comerciantes, Lionel Jeffries. Cuando se encuentran a los O'Shea muertos, con un disparo en la cabeza, Brackenreid se convierte en el principal sospechoso. Mientras tanto, las mujeres que participaron en la protesta sufragista, incluyendo a las Dras. Ogden y Grace, todavía están en la cárcel. En el tribunal, descubren que Leslie Garland es uno de los fiscales de la Corona que los acusa. Obtienen un poco de apoyo cuando Clara Brett Martin, la primera abogada reconocida en el Imperio Británico, se ofrece a representarlos.

Después de la publicación del libro de Murdoch y Ogden, comienzan a ocurrir una serie de asesinatos imitadores.

Murdoch investiga el extraño asesinato de una joven que desapareció hace una década y sin embargo no ha envejecido ni un día.