Greengrass compra un coche de policía usado en una subasta, donde Bernie Scripps reconoce al ex piloto de carreras Russell Palmer, quien ahora trabaja para su primo Keith Hibbert. Hibbert y Palmer son arrestados después de una pelea en el Aidensfield Arms y tienen que pasar la noche en la cárcel de la comisaría bajo la atenta mirada del agente Bradley, quien está de guardia esa noche. Durante la noche, Palmer se queja de dolores de cabeza y a primera hora de la mañana siguiente es encontrado muerto en su celda. Hibbert acusa al agente Bradley de golpear a Palmer y causar su muerte. El sargento interino Rowan no tiene otra opción que iniciar una investigación completa y suspender a Bradley. Mientras tanto, Greengrass ha convertido su coche de policía en un taxi y sucede que escucha demasiado en su radio.