La modelo Jenna Donovan chapotea en una copa gigante de Martini situada en plena calle, en el transcurso de una acción promocional. Repentinamente, las burbujas de la copa comienzan a dispararse y se crea una gran confusión, tras la cual los transeúntes observan aterrados que el cadáver de la joven ha quedado en el fondo del recipiente. La autopsia y el análisis del líquido que simulaba el licor conducen a Mac y a su equipo directamente a los ejecutivos que idearon la campaña, aunque todo se complica cuando se dan cuenta de que no existe ningún móvil verosímil para que quisieran acabar con la vida de la modelo. Mientras tanto, Danny comienza a indagar sobre un atraco en un restaurante en el que un hombre ha resultado muerto y una mujer ha quedado en coma. Lo que en un primer momento parece un caso rutinario de robo con homicidio se torna más complejo cuando, a partir de una muestra de ADN dejada por el asaltante, se descubre que éste había tenido relaciones sexuales con la mujer herida