Tripp y Jake Berkeley reciben el aviso de un tiroteo en una residencia cerca del río. Cuando llegan, se escucha otro disparo y un cuerpo sin vida cae a través de una de las ventanas de la casa mientras el asesino escapa en una lancha. La víctima es Andrew Bennet, un agente de seguimiento de libertad condicional de presos, por lo que Horatio deduce que ha debido ser víctima de uno de sus múltiples enemigos. Siguiendo la pista de un e-mail en el móvil de la víctima, los agentes detienen a Kyle Harmon, un preso en libertad condicional que niega su relación con los hechos. Berkeley y Calleigh localizan la lancha en la que huyó el criminal y encuentran una pequeña dosis de cocaína y una concha que cubre la bala asesina. La embarcación pertenece a un establecimiento denominado Mist Café, en el que trabajan Kyle y Rick Bates, otro recluso. A medida que la investigación avanza se pone de manifiesto que Kyle fue objeto de un chantaje por parte de su compañero de cárcel, pero lo más inquietante es el resultado de una prueba de ADN de la que es objeto y que revela que el joven es hijo de Horatio Caine.

Julia Winston, una atractiva multimillonaria, ofrece una fiesta para discutir con otros potentados la posible compra de una isla privada. Mientras estos acontecimientos tienen lugar, su marido, Bill Winston, es asesinado en su despacho. Cuando los C.S.I. llegan a la escena del crimen, Horatio revela que Julia es en realidad la mujer con la que tuvo a su hijo Kyle. Los primeros indicios hallados en la escena del crimen apuntan al abogado Larry Hopkins, quien admite que entró en el despacho de la víctima al escuchar los disparos y que, cuando lo halló muerto, recogió ciertos papeles de su mesa y huyó. Nuevas pruebas incriminan directamente a Rob Mason, un falso millonario cuyo fraude había sido descubierto por Julia. Todo parece indicar que, a cambio de su silencio, la mujer ordenó al farsante que matara a su marido porque éste quería anular su matrimonio. Aunque Horatio esta convencido de esto último, se da cuenta de que no tiene evidencias que lo prueben y Julia es puesta en libertad. Entretanto, Kyle se enfrenta al juicio por el secuestro de Kathleen Newberry pero la joven, que es la principal testigo de la acusación, no se presenta en la sala. Cuando Kyle es puesto en libertad y Julia reclama su custodia, Horatio comienza a sospechar que su ex-amante también está detrás de este asunto.

El C.S.I inicia una nueva investigación tras la aparición del cuerpo de Kathleen Newberry atado al volante de su coche en los Everglades. Los primeros indicios revelan que la mujer murió ahogada. Los forenses se desplazan al lugar del crimen, donde procesan el escenario observados por una multitud de curiosos y descubren que falta la tarjeta SunPass del vehículo de la víctima. Tras localizar a Ted Wallace con dicho pase, el camionero asegura que él tan sólo se lo encontró. Cuando Calleigh regresa al laboratorio, descubre que le han robado la tarjeta de memoria de su cámara de fotos, situación que pone en peligro la investigación del caso y la reputación de Duquesne. Una de las huellas recogidas en el escenario resulta ser de Julia Winston, la ex-mujer de Horatio y madre de Kyle. Tras ser interrogada, Winston explica que ella entregó a Newberry un paquete que contenía una importante suma de dinero. Además, una muestra de cabello encontrado en una bolsa lleva a los investigadores hasta Pamela Osborne, la ayudante de Kathleen. Un análisis posterior del coche demuestra que el maletero fue forzado. El C.S.I. interroga a los dos hombres que hallaron el cuerpo sin vida de la víctima, quienes confiesan que abrieron el maletero y se llevaron el dinero. Delko y Tripp, por su parte, visitan un restaurante de carretera cercano al lugar del crimen. Allí descubren un trapo con un ligero olor a cloroformo, posiblemente utilizado para reducir a Newberry. Junto a un dispensador, hallan varias gotas de sangre seca que resultan ser de Ron Saris. Al parecer, Winston y Saris habían estado involucrados en una anterior estafa a una organización benéfica.

En su lucha por sobrevivir en la jungla brasileña, Horatio logra empuñar su arma y abatir a los matones que quieren acabar con su vida. Tras lograr escapar del lugar sano y salvo, el jefe del C.S.I. regresa a Miami con un único objetivo en mente: encontrar a Calleigh. Los forenses estudian pormenorizadamente todas las evidencias y descubren ciertas similitudes entre la misteriosa desaparición de Duquesne y el caso Newberry. Horatio decide advertir a Julia Winston sobre Ron Saris, un criminal sin escrúpulos que constituye una seria amenaza para las vidas de su ex-mujer y su hijo Kyle. Entretanto, Calleigh se despierta y descubre que está atada y en poder de dos hombres: Toby Garver y Seth McAdams. Cuando la forense les pregunta qué quieren de ella, sus captores le indican mediante gestos la web de Dan Cooper, denominada “Resolver un crimen junto a Calleigh”. Poco después, Toby y Seth confiesan a la investigadora que mataron de un disparo a su compinche de póquer, Robert Millard. Los criminales obligan a Duquesne a utilizar sus conocimientos forenses para limpiar el lugar del crimen. Mientras Calleigh acata sus órdenes, deja una prueba oculta en el escenario con el fin de que sus colegas puedan localizarla. Por otro lado, Dan Cooper visita la sede el C.S.I. para entregar la tarjeta de memoria de la cámara de fotos de Calleigh con las imágenes que la forense tomó en el escenario del crimen de Kathleen Newberry. Tras acusarlo de alterar las pruebas y de ser el responsable de la desaparición de Duquesne, Delko arresta a Cooper.