Un grupo de criminales intergalácticos debe unirse para detener a un guerrero fanático con planes para purgar el universo.

Al cumplir los 21 años, Tim descubre que los hombres de su familia tienen un don especial: la capacidad de viajar en el tiempo, bajo una condición: solo pueden viajar a lugares y momentos donde ya han estado antes. Después de que su padre desalienta a Tim a utilizar su don para adquirir dinero o fama, él decide que lo utilizará para mejorar su vida amorosa.

Despojado de su derecho de nacimiento, Arthur aparece por el camino difícil en los callejones de la ciudad. Pero una vez que saca la espada de la piedra, se ve obligado a reconocer su verdadero legado, le guste o no.

Jack Ryan es un veterano de guerra que lleva una doble vida: es un ejecutivo de Wall Street y además trabaja de forma encubierta como analista de la CIA. Cuando descubre un complot meticulosamente planeado para hundir la economía norteamericana y sembrar el caos en todo el mundo, deciden que él es el hombre más adecuado para impedirlo debido a su habilidad para interpretar datos globales. Jack tendrá que viajar a Moscú para intentar descubrir toda la verdad, porque de ello depende la vida de millones personas, pero eso implica moverse en un mundo en el que no puede fiarse de nadie.

Como resultado de la Conferencia de Berlín de 1884-1885, la Cuenca del Congo es reclamada por el rey Leopoldo II de Bélgica, quien gobierna el Estado Libre del Congo en unión personal con la Historia de Bélgica#Imperio. El país está al borde de la bancarrota, ya que Leopoldo ha pedido grandes cantidades de dinero para financiar la construcción de transporte ferroviario en la República Democrática del Congo y otros proyectos de infraestructura. Envía a su enviado Léon Rom (Christoph Waltz) para asegurar los legendarios diamantes de Opar (ciudad ficticia). La expedición de Rom es emboscada y masacrada. Un líder tribal, el jefe Mbonga (Djimon Hounsou), le ofrece a Rom los diamantes a cambio de un viejo enemigo: Tarzán.