El día de Navidad, el equipo es llamado a la casa del dueño de una empresa de transporte, Andy McMorris, para encontrar tres cadáveres y a Andy desaparecido. Se escuchan disparos de francotirador, hiriendo al detective inspector Gibbs y la hija ensangrentada de McMorris, Mel, le cuenta a Nikki que su padre disparó contra ella y su caballo. Se encuentran una gran cantidad de armas en la casa, lo que sugiere importación ilegal de armas, mientras que el diario de la hermana de Mel, Stevie, expresa odio hacia su padre y su esposa separada, Zoe. El detective jefe inspector Cooke, amigo de la familia, asume el caso, pero parece estar ocultando algo y Clarissa descubre que la llamada al 999 reportando los disparos se hizo a más de veinte millas de distancia.