El cuerpo de la adolescente Katie Bowman es encontrado abandonado en una tumba abierta. El DI Carter sospecha de Ryan Kelvin, novio de Lizzie Kennedy, cuya hija Hannah era la mejor amiga de Katie. Él discutió con la chica fallecida el día en que murió y no tiene coartada. Ryan también es medio hermano de Jack, a quien no ha visto desde que tuvo que testificar en su contra en un caso judicial algunos años atrás. Para evitar conflictos de intereses, Thomas trae a la patóloga Helen Ferguson, suspendiendo a Jack. Sin embargo, Jack comienza su propia investigación, mostrando a Carter que Katie había estado en un club donde conoció a Christy Nash, un médico casado con quien tuvo relaciones sexuales. La esposa de Nash le da una coartada falsa para proteger a su hija, pero declara su intención de divorciarse de él. Ryan queda en libertad bajo fianza y se muda con Jack, quien ahora duda de la inocencia de su hermano, mientras que Hannah es asesinada después de confrontar al Dr. Nash.

Las cosas se ven mal para Ryan cuando Lizzie le dice a Carter que él discutió con Hannah un par de horas antes de que ella muriera, como resultado de lo cual él intenta suicidarse sin éxito. Nikki se sorprende de hasta dónde llegará Jack para exonerar a su hermano, hasta que él le revela que fue el agresor en el caso criminal y que Ryan asumió la culpa para salvar su carrera. Jack persigue a Christy, quien admite haberse enamorado de Katie, sin saber que ella era menor de edad, pero un tiempo después Jack es víctima de un atropello y fuga, del cual sobrevive. Al final, el asesino resulta estar protegiendo un interés profesional, en lugar de personal, aunque Ryan, absuelto de los asesinatos, no es del todo inocente de otro crimen.