Harm es secuestrado por Palmer, un renegado agente del gobierno con quien Harm se había cruzado hacía unos meses. Palmer le explica a Harm como va a matar al testigo principal del juicio que Mac y Harm están investigando, haciéndose pasar por Harm con la ayuda de una máscara. Cuando Harm no se presenta a tiempo para el juicio Mac se hace cargo de su puesto mientras que Bud y Harriett se encargan de buscarle. Palmer deja a Harm maniatado en su apartamento y se encamina hacia el cuartel general del JAG mientras tanto Bud logra encontrar a Harm y llegar a tiempo al trubunal para atrapar a Palmer.

Mac decide hablar con el Almirante con el objetivo de alcanzar un destino temporal a bordo del USS, ya que es incapaz de afrontar la situación y las preguntas que han sobrevenido tras su frustrada boda. Por otra parte, Harm, tras acudir al funeral del padre de Renee, regresa a su vida laboral en el JAG. Una vez incorporado a su puesto de trabajo, Harm descubre que su amigo y antiguo compañero de habitación en la academia naval también ha sido destinado al JAG.

Mac debe afrontar un nuevo caso como miembro del JAG a bordo del USS Guadalcanal. Esta vez, los hechos apuntan a un homicidio por negligencia y Mac deberá procesar a un Mayor que ha sido acusado por el capitán del barco. Sin embargo, y para sorpresa de Mac, Harm llega al buque con el objetivo de defender al acusado y, a su vez, aprovechar para reconciliarse y aclarar los puntos de su relación con Mac. Sin embargo, ambos quedan tan inmersos en el nuevo caso que apenas les queda tiempo para tratar cuestiones personales. Por otro lado, la ahijada adolescente del Almirante Chegwidden se escapa de su casa, manteniendo a su padrino totalmente ocupado intentando encontrarla.

Los ciudadanos locales de Indonesia amenazan y hacen guardia ante el consulado de los EE.UU. ya que la custodia de un marine acusado de violación ha sido otorgada a su comandante por parte de la policía local. Por tanto, durante el tiempo que permanecen en el Consulado, todos corren un grave peligro. Sin embargo, tras el asesinato del comandante y el atentado con la explosión de un artefacto que deja ciego al siguiente mando encargado del caso, la situación se complica y será Jag quién deba afrontar llevar la custodia del Marine, tarea que le llevará incluso a realizar una evacuación de emergencia del consulado.