Poirot afronta un desafío intrigante después de haber aceptado una invitación a la fabulosa casa de una extravagante persona de la alta sociedad. Su anfitrión, el rico y exótico Shaitana, un hombre fascinado por los asesinatos, ha reunido una combinación ecléctica de huéspedes, que pasan una tarde agradable jugando a las cartas. Pero la partida de cartas se convierte en una investigación de asesinato cuando Shaitana es encontrado muerto. Los cuatro investigadores invitados, incluido Poirot, buscan pistas en las cartas para descubrir cuál de los huéspedes ha sido el asesino.

James Bentley ha sido arrestado por el asesinato de la anciana señora McGinty. Todo apunta que es un caso cerrado pero el comisario Spence no está del todo convencido. Por esa razón, decide hablar con Poirot que, con la ayuda de su amiga y escritora Ariadna Oliver, empieza una investigación para encontrar al verdadero asesino.

Tres chicas solteras comparten piso en Londres. Una trabaja como secretaria, otra es artista y la tercera, que acaba de pedir ayuda a Poirot, desaparece repentinamente al creer que es una asesina. Se habla de pistolas, navajas y manchas de sangre pero, a falta de pruebas concluyentes, Poirot necesitará hacer uso de su tenacidad para esclarecer el asunto y descubrir si la tercera chica es culpable, inocente o si está loca.

Durante la fiesta de Halloween en un pequeño pueblo, una joven se jacta de haber presenciado un asesinato años antes. Nadie cree su historia hasta que su cuerpo es encontrado más tarde esa misma noche, ahogado en el tonel de las manzanas.

Poirot investiga un asesinato extraño y horrible de un psiquiatra de ancianos. Ariadne Oliver es presionada para tratar de descubrir la verdad detrás de las dos muertes de una década de antigüedad. Ellos pronto descubren que sus investigaciones independientes están vinculadas y trabajan juntos para tratar de resolver el misterio.

A la escritora y detective aficionada Ariadne Oliver le es requerido el diseño de un asesinato para una fiesta en Devon, pero un presentimiento le hace traer a Poirot a la escena. Sus temores se cumplen cuando, durante la fiesta, la niña que representa el papel de víctima termina verdaderamente asesinada.