Se trata del spin-off de "The Practice" (El abogado), la exitosa serie de la ABC, aunque Boston Legal nos muestra el mundo de la justicia con un tono completamente diferente. Alan Shore (James Spader) ha dejado de trabajar en la firma Young, Frutt y Berluti y ahora es miembro del bufete de Crane, Poole y Schmidt, el lugar en donde transcurre la acción de esta serie. Alan es la clase de hombre al que adoras o al que odias. Las malévolas estrategias que usa en los juicios siempre captan la atención de todos y le conceden la reputación que se merece. Mientras trabaja en Crane, Poole y Schmidt, Alan forma una relación muy especial con Denny Crane (William Shatner, Star Trek) quien llegado a la tercera edad tiende a olvidarse de muchas cosas lo que termina provocando una gran pérdida de tiempo. Sin embargo, este hecho lo ve como un detalle sin importancia y usa su poderío y supremacía para sobreponerse y así poder probar a los demás que se equivocan cuando le dices que está echado a perder.

Finn, un chico de 12 años, lucha contra el mal en la Tierra de Ooo. Ayudado por su canino mágico, Jake, Finn recorre la Tierra de Ooo reparando lo incorrecto y luchando contra el mal, provocado por el Rey del Hielo.

Sabrina Spellman es una bella adolescente de 16 años que vive en Westbridge, Boston, Massachussets con sus dos tías, Hilda y Zelda Spellman, y su gato hablador Salem. La vida de Sabrina transcurre de un modo normal como cualquier adolescente de su edad hasta el momento en el que cumple exactamente los 16 años y sus tías le revelan el gran secreto de la familia: son brujas, incluida ella. A partir de ese instante Sabrina empezará a reconocer sus poderes y aprenderá a usarlos, y que su armario en apariencia es en realidad un portal para viajar al llamado “Otro Reino” un lugar donde habitan los brujos y brujas. Sabrina tendrá que llevar una vida paralela para evitar que sus amigos se enteren de su gran secreto. Cada episodio tiene una moraleja y hace aprender a la protagonista que tiene que hacer las cosas correctas y a no entrometer su magia en la vida de los mortales.