Cuando Jane Villanueva era una niña, su abuela le dejó claras dos cosas: las telenovelas son la mejor forma de entretenimiento y perder la virginidad es lo peor que le puede ocurrir a una mujer. A sus 23 años y en pleno Miami, Jane es una chica responsable y piadosa, emocionada con crear un futuro junto a un novio perfecto con el que, por supuesto, no mantiene relaciones. Pero todos sus planes se van al traste cuando es inseminada accidentalmente por el despiste de una ginecóloga que pasa una mala racha. Paradojas del destino, el esperma pertenece a Rafael, un antiguo amor platónico de Jane, ahora casado con una retorcida mujer y dueño del hotel donde ella trabaja. Jane se ve obligada entonces a cambiar radicalmente de perspectiva: ahora su vida es la mejor telenovela y ella es la protagonista.

Muy furiosa con su madre, Jane decide que necesita su espacio y se muda a casa de Michael, pero la convivencia juntos no es todo lo ideal que ella había imaginado. Finalmente, decide dar una oportunidad a Rogelio, pero las cosas no salen como esperaban. Mientras tanto, Michale recibe la visita de su hermano, al que odia, y Rafael y Petra tratan de definir el estado de su matrimonio, pero Petra podría tener un as en la manga.

Jane empieza a ver la luz en su sueño de ser escritora, mientras sigue estrechando lazos con Rafael, pero Petra se presenta con un nuevo as en la manga y reclama sus derechos sobre el bebé, así que Jane pide ayuda a Michael, quien a su vez tiene una interesante teoría sobre la identidad de "Sin rostro". Por su parte, Rogelio se prepara para una prometedora entrega de premios.

La carrera de Jane como guionista va avanzando, pero todo parece demasiado bonito para ser cierto, especialmente si Rogelio anda cerca. Rafael está obsesionado con la conexión de Sin Rostro con el hotel y empieza a temer por su familia. Mientras, Petra es amenazada por la sombra de su pasado.