Tras el paso de un huracán por la ciudad, el equipo de Horatio se encuentra con dos casos de asesinato que parecen estar relacionados. Apariciones de Raymond Cruz (Peligro Inminente, La Roca), Tanja Reichert (Cazatesoros), Mark Pellegrino (La Busqueda) Perrey Reeves apareció en un episodio de C.S.I. en 2003 Música: "Delicate" de Damien Rice y "Tray" de Mogwai

Un hombre cae en lo que parece ser el agujero de un sumidero de una calle hasta que se descubre que en realidad es un túnel camuflado. Las primeras pesquisas relacionan este hallazgo con el robo a una entidad bancaria cercana. Lori Stolz, la ayudante del director del banco atracado, es encontrada muerta en el túnel. Richard Cyrus, el jefe de la fallecida, apenas puede creer que su empleada de mayor confianza haya sido capaz de desactivar el sistema de alarma y sustraer el contenido de las cajas de seguridad del banco. El túnel lleva al C.S.I. hasta el terreno en construcción de Charles Brighton, donde se está edificando la nueva sede de “Orquídeas Amanda”, empresa dirigida por Amanda Brighton, que cuando era niña prestó su imagen a una famosa marca de zumo. Tras examinar el cadáver de la víctima, los expertos forenses descubren restos de semen de Charles, el padre de Amanda, en la ropa interior de Stolz. Por otra parte, Delko y Ryan localizan una huella en una de las cajas de seguridad del banco que resulta ser de Carlos Santiago, un conocido criminal vinculado al mundo de la droga. Entretanto, Natalia logra su certificado de armas y se ve obligada a utilizar su arma reglamentaria poco después. Freddie, un experto en fabricación de bombas, informa a la forense que Dan Kirkland le robó una de ellas. Poco después, Horatio y Delko acuden al domicilio de Kirkland, donde descubren que el explosivo estaba almacenado en una de las cajas de seguridad del banco, así como una cámara de video que demuestra que Amanda y Carlos mantenían una relación. Cuando Calleigh interroga a Kirkland, éste admite que Lori lo contrató para que cavara el túnel y que descubrió que a ella no le interesaba el dinero sino la comprometedora cinta de vídeo. Consciente de este hecho, Kirkland robó la cámara pensando que le sería de utilidad más adelante.