Cathy aprende de la Dra. Mauer que probablemente le queda al menos un año de vida, si no más, lo que le da una perspectiva de cuánto tiempo le queda para hacer las cosas que quiere. Entre ellas, pasar tiempo con Adam. Así que en lugar de permitirle ir a un campamento de fútbol durante seis semanas durante el verano, decide unilateralmente que se quede en casa para poder pasar tiempo juntos. Las acciones de Cathy parecen locas para Adam y Paul, quienes aún no conocen su diagnóstico médico. A pesar de esto, Cathy hace todo lo posible para conseguir lo que quiere. La estimación de tiempo del Dr. Mauer también hace que Cathy examine su imagen corporal, algo que está haciendo realmente por primera vez en su vida. Lo que ve la sorprende. Mientras tanto, Paul aún no está seguro de por qué Cathy no le permite volver a casa y sugiere que asistan a terapia de pareja. Cathy trata las sesiones con el conocimiento de lo que sabe que es el problema en relación con su situación de salud sin revelar nada sobre el melanoma.