El sargento Hank Voight lidera la Unidad de Inteligencia para desmantelar una red de narcotráfico colombiana responsable de los brutales asesinatos de varios traficantes y la distribución de drogas adulteradas.

La Unidad de Inteligencia se tambalea después de perder a uno de los suyos mientras ayudan a Antonio a rescatar a su hijo de los colombianos.

Antonio y su hermana Gabriela van a la oficina de Elliot Gish, el hombre que creen que inició el incendio que mató a Shay. La inteligencia, junto con los oficiales de patrulla Burgess y Roman, presionaron a Gish para que confesara. Lindsay se acerca a Voight sobre regresar a Inteligencia cuando se da cuenta de que el grupo de trabajo no es lo que ella pensó que sería. Sargento de escritorio Platt tiene a todos curiosos de por qué está siendo demasiado alegre, amigable y agradable.

Antonio se mete de encubierto en un peligroso grupo de atracadores después de que un oficial especialista en estupefacientes haya desaparecido.

Lindsay trabaja de incógnito para encontrar a un policía corrupto que persigue a mujeres que salen de un casino de la zona. Cuando el detective Martin Watts, que supervisa todos los casos relacionados con el casino, se entera de la investigación, se involucra en ella para gran consternación de Voight. Luego de los sucesos recientes, Burgess pone en marcha los planes para pasarse de distrito dependiendo de la aprobación de Platt, y Mouse intenta levantarle el ánimo a Ruzek ofreciéndole una cita con una amiga. Entretanto, Antonio se ofrece como voluntario para ocupar el lugar de Roman en la pelea de boxeo contra Jimmy del destacamento de bomberos 51.

Cuando un oficial es asesinado a tiros en el vestíbulo de un edificio de apartamentos, Inteligencia investiga a los últimos delincuentes conocidos que han amenazado a la policía. Pero cuando un segundo oficial es asesinado, el equipo se da cuenta que están tratando con alguien que está altamente entrenado y bien informado.

Cuando los agentes acuden a un banco en el que se está produciendo un atraco encuentran allí al agente Upton, de la unidad de Robos y Homicidios. Mientras tanto se siguen produciendo robos similares por toda la ciudad.

La investigación policial del asesinato de un inmigrante ilegal se topa con una dura dificultad: el estereotipo que los inmigrantes ilegales de la ciudad tienen sobre los policías.

Alguien está enviando explosivos a representantes de los medios de comunicación. El equipo pide ayuda para examinar los objetos y evitar un nuevo atentado.