Dos polizones de un avión son traídos al hospital por las heridas que sufrieron durante el vuelo, lo que hace que Sharon Goodwin reciba la visita del Departamento de Seguridad Nacional a raíz de los inmigrantes indocumentados. Cornelius Rhodes, el adinerado padre del Dr. Connor Rhodes, es homenajeado luego de realizar una donación importante al hospital para una nueva sala de psiquiatría, lo que hace que salgan a la luz oscuros secretos familiares. Llega el gran día de la Dra. Natalie Manning y las buenas intenciones del Dr. Will Halstead por ayudarla son malinterpretadas por su suegra, Helen. Entretanto, la Dra. Sarah Reese le pide consejo al Dr. Charles para darle una noticia dolorosa a un niño pequeño y advertir a su familia de la posibilidad de que su otro hijo pueda también sufrir de la peligrosa enfermedad.

Cuando problemas legales complican las cosas y retrasan un urgente trasplante de médula ósea, Sharon Goodwin debe decidir si desobedecer órdenes directas o esperar y poner en peligro la vida del paciente. April atiende a un hombre afable y sin techo a quien el Dr. Charles evalúa y diagnostica con un trastorno inusual que explica su comportamiento reciente. Los padres de la Dra. Natalie Manning vienen a la ciudad para conocer a su nieto, para gran consternación de su suegra, Helen. El Dr. Connor Rhodes trata a una pareja que fue atropellada en su primera cita por una persona que se dio a la fuga, que según averigua el Dr. Halstead, tiene sus razones para haber causado el accidente.