El último caso del equipo lleva a Brennan de regreso a su alma mater, la escuela secundaria Burtonsville, donde ella y Booth investigan el descubrimiento de un cráneo y torso superior no identificados. Con la ayuda de Angela, identifican a la víctima como uno de los compañeros de Brennan y notan una posible conexión con un segundo asesinato cometido hace 15 años. Brennan y Booth se infiltran como una pareja casada en la reunión de su clase para interrogar a un grupo de sospechosos, donde, incluso como adulta, Brennan sigue siendo previsiblemente incomprendida y su único amigo se encuentra en un extraño y oscuro conserje. Mientras tanto, Hodgins revela un secreto de laboratorio.