Un autobús lleno de invitados, incluyendo a Noreen, Gavin sin Troy y Sam con su ruidosa amiga Trudy, llegan al Solana, a diferencia de su equipaje que se perdió en el camino. Hay varios cambios: Madge ha perdido su bar, Kenneth ha abierto su propio salón con Carmen, una asistente local, y Liam es el hombre de los quehaceres torpe del complejo. Lo más significativo es que Janey se ha ido, reemplazada por la presumida Joyce Temple-Savage, quien tiene como objetivo hacer que el Solana sea más exclusivo, o al menos eficiente, habiendo llegado de incógnito y quedando sorprendida por lo que ve. Esto lleva a un conflicto abierto con Madge y al casi desastre de Jacqueline y Donald, quien ha regresado de entre los muertos y de una condena a prisión por fingir su muerte para reclamar el seguro, mientras que Sam, quien se rompió la pierna el año pasado, tiene otro percance.